Quiero ser un genio. Ahogarme de genialidad. Que se me recuerde por algo que hice simplemente siendo yo mismo, dando rienda suelta a los talentos de mi genética, que Dios me concedió, sin mucho esfuerzo.
Que años después los aspirantes a genios, también conocidos como críticos, interpreten de manera descabellada el fruto de mi genialidad mientras mi descendencia disfruta de vacaciones de por vida gracias al dinero que recibí por tal bien a la sociedad.
En mi pueblo norteño, una placa dirá “Aquí reside el genio Germán”. En mi colegio el hijo del gruñón querrá ser como yo mientras su padre le hablará de cómo eliminó mis neuronas sobrantes a base de pastillas para dormir.
Toda persona con parentesco genético conmigo se transformará de forma inmediata en un diamante en bruto. Todas las universidades pelearán por tener a mi hermana en sus aulas. Y sobre todo, las mujeres me adoraran. Quiero que mis idioteces sean célebres, quiero ser genial, generar genialidades.
PD: El autor de este post... tiene problemas psicológicos
--->Su nombre es German Matushita
El mago que tuvo clase...
Hace 15 años
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